domingo, 28 de febrero de 2010

La argentina es Malvina

Las Malvinas son argentinas es una gran frase. Es uno de los eslóganes de la patria y, al mismo tiempo, la síntesis de una idea de esa patria; las Malvinas son argentinas, dice: afirma una calidad teórica, sostenida por supuestos merecimientos históricos, que la realidad se empeña en desmentir. Y no dice las Malvinas serán argentinas, podrán ser argentinas, deberían ser argentinas; dice que lo son, porque está escrito en las tablas de la justicia históricogeográficopolíticoinmanente. Donde deben estar escritas también todas esas certezas acerca de lo maravilloso que es nuestro país –y sin embargo estamos como estamos. Las Malvinas son argentinas, dice, pero se ve obligado a decirlo porque –en la realidad pura y dura– no lo son. Una idea de la patria: como quien dice somos, siempre, lo que deberíamos ser, un supuesto futuro; somos lo que seremos –o lo que, al fin, no somos.


–Bueno, señor, hay que ponerse metas en la vida.

–Sin duda, mi estimado. ¿Y no podremos encontrar metas mejores? ¿Algo del estilo la comida de los argentinos es argentina, la salud de los argentinos es argentina, la educación de los argentinos es argentina o, por sintetizar, los argentinos son argentina?

En estos días volvieron las Malvinas, y lo primero que me incomodó fue la causa aparente: el gobierno argentino protestó porque una empresa británica empezaría a explorar la posibilidad de petróleo en esa zona. Era un clásico caso de ahora se vienen a acordar: ese mismo gobierno lleva siete años manejando un país donde casi todo el petróleo es explorado y explotado por empresas extranjeras.
No sólo porque Carlos Menem –cuando Kirchner lo definía como “el mejor presidente que tuvo la Argentina”– privatizó YPF con la ayuda del señor gobernador y su señora legisladora, y los recompensó con los famosos 500 millones que siguen desaparecidos. Eso es historia antigua, de una época en que todos los que ahora dicen perro decían gato –y esperan que creamos que siempre ladraron. Pero no es necesario ir tan lejos: en 2008, en plena reforma kirchnerista, la Legislatura de Santa Cruz, perfectamente kirchnerista, extendió la concesión de la explotación de su petróleo a una empresa americana, la Pan American Energy, hasta el año 2047 a cambio de regalías muy menores. Y, mientras, el gas y el oro y la plata y el cobre y los demás recursos del subsuelo siguen en manos de empresas extranjeras que pagan impuestos ridículos y no necesitan un ejército de ocupación para proteger sus saqueos en San Juan, Catamarca, La Rioja, Chubut. Lo hacen cómodamente, bajo este mismo gobierno que, de pronto, se probó el traje nacionalista y le tiró de sisa: les quedaba pifiado que defendieran tan tenaz el petróleo distante cuando nunca defendieron el del patio de su casa.
Entonces a más de un mal pensado se le ocurrió que lo que querían era “malvinizar” la coyuntura. Malvinizar es uno de esos verbos argentinos específicos que pueden desaparecer durante años y después, de pronto, resurgir del arcón con renovados bríos: malvinizar sería “utilizar la reivindicación y la memoria de las islas Malvinas para desviar la atención de otros problemas más urgentes” –y su inventor, sin duda, el ínclito Galtieri. Quizás este gobierno haya querido hacerlo: no lo sé, y nunca me gustaron los juicios de intenciones. Quizá realmente en términos de derecho internacional era necesario protestar ante las prospecciones para mantener la causa viva en las cortes del mundo. En cualquier caso, las Malvinas volvieron a convertirse en arma arrojadiza de los debates politiqueros del momento.
Pasa cada tanto –y nunca pasa nada. La soflama malvinera es una de esas recurrencias argentina, y lo que me gustaría averiguar es si se gasta. No termino de saber si la argentinidad de las Malvinas sigue siendo una reivindicación muy popular: si importa a muchos argentinos, o no les importa demasiado pero creen que no deben decirlo, o no les importa y lo dirían si se lo preguntaran. Es difícil saberlo: para empezar, están los muertos. Parece como si no se pudiera hablar, debatir este asunto porque hubo una cantidad de argentinos desafortunados que murieron allí, peleando bajo las órdenes del general Menéndez. Es el chantaje clásico: los muertos matan la posibilidad de discutir ideas, y convierten cualquier debate en un duelo de lealtades y traiciones. Y, aun si alguien cruzara esa barrera, se toparía con todo el aparato de la patria: decir no me importan las Malvinas –o, por lo menos, me importan mucho menos que otros cuarenta y cinco puntos en la lista– es exponerse a la cólera nacionaldivina.
Es probable, también, que a muchos les importe todavía: que tantas décadas de martilleo escolar sigan siendo eficaces, que una de las premisas ideológicas de la nación no se disuelva sólo porque el tiempo pase o la pobreza nos ataque o un general borracho haya creído que podía –y haya podido– usarla en su provecho. Yo también soy de esos que, chiquito, se compró todo el paquete cultural Próceres y Triunfos Argentinos; soy de los que recitaban convencidos que la bandera azul y blanca dios sea loado no había sido atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor de la Tierra, y escribía poemas a Belgrano y San Martín y habría querido ser Sarmiento y fui, después, de esos que gritaban el final del Himno. Y, aún así, ya entonces la insistencia en la argentinidad de las Malvinas me resultaba sospechosa.
–¿Sospechosa? ¿Qué quiere decir con sospechosa?

–Sospechosa. Creo que quiero decir sospechosa. A veces me sucede.

Nunca entendí que nos importara tanto la posesión de 12.000 kilómetros cuadrados vacíos en el medio del mar cuando teníamos un millón de kilómetros iguales vacíos en el medio de la tierra, a los que nunca les hicimos ningún caso. Entonces me explicaron –muchas veces, me explicaron– que era un símbolo: que no podíamos permitir que una potencia colonial ocupara un territorio que nos correspondía por geografía y por historia. Por geografía parecía, por historia era raro: primero la pobló un francés, después la compró el rey de España, después el gobierno protoargentino la usó como tierra de destierro y terminó por dársela a un comerciante alemán, Vernet, a cambio de una deuda. Entonces vinieron los ingleses y la ocuparon –no muy distinto de cómo Rosas y Roca ocuparon la Pampa y la Patagonia, sólo que no tuvieron que matar a nadie. En ese punto te contestan con la legitimación del atropello más antiguo: el territorio ya había sido tomado por los españoles, así que nos corresponde, como todo lo que tomaron gracias a la bula del papa Alejandro Borgia. Y, de últimas, el recurso de la razón geográfica: sí, es cierto, pero las Malvinas están acá nomás, al lado nuestro. O sea: que la ocupación de territorios vale siempre y cuando sean vecinos, o algo así.
Pero menos entendía que nos insistieran en que esas islas lejanas eran nuestra deuda con la historia, en lugar de pensar que esa deuda era, por ejemplo, el tercer cordón del conurbano o las quebradas de la Puna o los bosques del Chaco –y sus millones de habitantes: las vidas de los argentinos son argentinas. Hasta que fui notando que el nacionalismo es un recurso que suele servir para que los habitantes de un país supongan que los culpables de sus desgracias son los habitantes de otro país y no los dueños del propio: que los causantes de nuestros males, digamos, son los piratas ingleses, no los ricos y gobernantes argentinos –que, por eso, suelen usarlo en sus momentos de menos cariño popular, para calmar las aguas o, por lo menos, desviar las olas.
En estos días volvieron las Malvinas. Supongamos que siempre fueron, más que nada, un símbolo: la forma de decir no vamos a dejar que nos ocupen otros, que nadie nos mande –lo cual sonaba particularmente curioso, levemente vacuo en esos largos períodos en que nuestros gobiernos cumplían las órdenes de Londres o de Washington sin dejar de agitar el eslogan. Pero, de todos modos, era un símbolo casi puro, sin ninguna utilidad concreta; ahora, de pronto, su carácter simbólico se completó –¿se complicó?– con uno fuertemente material: resulta que sirven para algo, que pueden ofrecer dinero so forma de petróleo. Es, quizás, un momento nuevo en la historia malvinera. Que llega cuando, a fuerza de repetir slogans como ése de que las Malvinas son argentinas, terminamos por conseguir algo muy parecido o lo contrario: que la Argentina sea malvina; que se haya vuelto un territorio ajeno, lejano de sí mismo, una mera construcción simbólica que nos sirve para muy poquito. Ser argentino significaba algo cuando significaba que, por serlo, uno tenía derecho a todas esas cosas –una vida, salud, educación, comida–; si no es eso, no significa casi nada: una vez más, un símbolo vacío.


CRITICA DE LA ARGENTINA 25-2
POR MARTÍN CAPARROS

lunes, 22 de febrero de 2010

La metropolitana

Como residente de la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, me sentí en necesidad de dejar un comentario sobre la nueva fuerza de seguridad que controla las calles. Hace dos semanas empezaron a circular los primeros 500 agentes de la policia metropolitana. Recordemos que el gobierno nacional no autorizo a traspasar la policia federal al ambito de la ciudad pero si le permitió a Macri crear su propia policia dedicada a detener contravensiones.
Al no poder hacer mas que marcar faltas de transito, controlar a los trapitos y detener a travestis uno se pregunta para que nesecitan pistolas electricas como las Taser, prohibidas en gran parte del mundo y denunciadas por Amnistia Internacional
En el Blog de ARGENPRESS, aparecen publicados los testimonios de dos de las nuevas adquisisiones de la fuerza:
“Entré a la Metropolitana porque me atrapó lo que proponía. Estamos en blanco, trabajamos ocho horas y podemos ascender. Además, siempre lo voté a Macri", dijo el subinspector Sebastián Ahumada, un ex oficial de la policía federal con doce años de experiencia. En esa Fuerza ganaba $ 2.600. “Casi todo en negro”, aclara. Hoy recibe $ 9.200. Más adelante, en la misma crónica publicada por el diario Clarín el 13 de febrero, afirma: “Vengo de una familia de policías. Papá es comisario inspector retirado y abogado. Es socio del doctor Fernando Burlando”
El actual oficial mayor metropolitano, ex infante de marina, Luis Javier Mendicino, dijo en la misma nota: “A la Armada le debo todo lo que soy, pero necesitaba un crecimiento personal”. De $ 3.800 pasó a ganar $ 6.400."

miércoles, 17 de febrero de 2010

El futuro chileno



Tras unos días de ausencia por falta de luz y agua, vuelvo con los posteos.
Antes que nada, quiero marcar mi indignación tras lo ocurrido en la Ciudad Autónoma de Bs As estos últimos días. Es cierto que la cantidad de lluvia que cayó fue inusual, pero eso no le quita al gobierno local de sus responsabilidades. El informe de la Auditoria General de la Ciudad de Buenos Aires dejo en claro la ineficiencia y corrupción de Macri en la limpieza de los sumideros, elemento clave para evitar las inundaciones. En el informe se pone en evidencia "las deficiencias en el ámbito de la Dirección General de Red Pluvial". Entre ellas, se destaca:
-Incumplimiento en la programación de las obras en varias zonas de la Ciudad y su consiguiente retardo en la ejecución efectiva del presupuesto destinado a ellas.
-Ineficaz metodología en el proceso de verificación y control del estado en el mantenimiento de los sumideros porteños
-Ausencia de información detallada para verificar los trabajos de mantenimiento realizados en el área.
-Falta de control interno en reparticiones del GCBA
Vale marcar el testimonio de Aníbal Ibarra, ex jefe de Gobierno y actual legislador por Diálogo por Buenos Aires, quien advirtió que “el gobierno está atrasado con los pagos a las empresas de servicios y por eso el trabajo de limpieza y de reparación de sumideros se hace con atraso y sin continuidad”. Y puso como ejemplo los trabajos en el arroyo Cildáñez, “que le sirve de desagote al Maldonado cuando tiene mucho caudal, pero que está obstruido por barro y otros sedimentos, y como el gobierno de Macri desde hace más de un año suspendió las obras de desobstrucción, dejó de cumplir esa función”

Por otro lado, les dejo un articulo de Internet Press Service donde se analizan los posibles cambios que traerá el gobierno de Piñeira a la región.

El multimillonario empresario y ex senador Sebastián Piñera, de la derechista Coalición por el Cambio, asumirá el poder el 11 de marzo con un equipo de 16 ministros y seis ministras, en el que varios provienen del mundo de los negocios, lo que llevó a sus críticos a llamarlo "gabinete de gerentes".
Piñera sucederá a la presidenta socialista Michelle Bachelet (2006-2010), de la centroizquierdista Concertación de Partidos por la Democracia, que ha gobernado este país sudamericano de 17 millones de habitantes durante dos décadas, desde el retorno a la democracia en 1990, tras 17 años de dictadura del general Augusto Pinochet.
En el Ministerio de Relaciones Exteriores, Piñera nombró a Alfredo Moreno, un ingeniero civil industrial, con estudios en la estadounidense Universidad de Chicago.
Hasta ahora el designado canciller se desempeñaba como director de varias empresas privadas, como la multitienda Falabella, con negocios en Argentina, Colombia y Perú.
En la cartera de Defensa optó por el ex ministro de la Concertación, Jaime Ravinet, quien debió renunciar a su militancia democratacristiana. Su designación ha sido vista por algunos como una señal de continuidad de la política seguida por las anteriores administraciones centroizquierdistas.
Aunque manifestó en repetidas ocasiones su intención de fortalecer la integración latinoamericana, Piñera marcó claramente sus posiciones. Se declaró cercano a los gobiernos conservadores de Colombia y México y crítico de figuras como el presidente venezolano Hugo Chávez, que propugna el "socialismo del siglo XXI".
Comparado continuamente con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, y amigo del ex jefe del gobierno español, el derechista José María Aznar (1996-2004), Piñera se dice admirador del izquierdista mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y del conservador presidente francés, Nicolás Sarkozy.
Piñera y Lula se reunirán en la Cumbre del Grupo de Río los días 22 y 23 en el balneario mexicano de Cancún, y cuya presidencia rotativa pasará a manos de Chile.
Piñera, que contra lo esperado decidió el día 12 apoyar la reelección del socialista José Miguel Insulza a la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos, "ejercerá un gobierno razonablemente pragmático" y priorizará el contacto con Argentina y Brasil, dijo a IPS el profesor de relaciones internacionales de la Universidad Estadual de São Paulo, Tullo Vigevani.
Para Vigevani, el pragmatismo se relaciona con un énfasis económico. Aún "manteniendo relaciones de simpatía con Perú y Colombia, (el mandatario chileno) también tendrá relaciones próximas con Argentina y Brasil. No creo que pueda haber cambios", apuntó el investigador del Centro de Estudios de Cultura Contemporánea.
El analista opina que el gobierno de Piñera está buscando un cierto equilibrio, lo cual se verifica por la presencia de un ministro de Defensa democratacristiano.
Para el economista chileno Claudio Lara, la elección no cambiará de manera significativa el escenario político de América Latina. Los países con gobiernos conservadores "actúan por sí solos, son incapaces de agruparse o proponer una alternativa", analizó para IPS.
En cuanto a la participación de Chile en bloques como el Mercado Común del Sur o la Comunidad Andina, Lara avizoró que Piñera "va a seguir la misma línea de Bachelet, pero con un discurso mucho más agresivo hacia los movimientos revolucionarios, gobiernos de izquierda o centroizquierda".
"Creo que es evidente que viene un cambio de discurso, al menos", planteó Lara, director de la Sociedad Latinoamérica de Economía Política y Pensamiento Crítico.
La cercanía de Piñera y el presidente conservador Felipe Calderón, de México, no alcanzaría para articular un nuevo eje latinoamericano de derecha, coincidió el académico chileno de El Colegio de México, Francisco Zapata.
Habrá "un distanciamiento con Argentina, Venezuela y Bolivia, y un acercamiento con Perú y Colombia, aunque el distanciamiento puede ser más retórico que real", planteó Zapata a IPS.
Pese a las coincidencias políticas, no hay certeza de la cercanía que logrará Piñera con su par peruano, Alan García, puesto que ambos países están dirimiendo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya un diferendo marítimo.
A Piñera no le conviene enfrentarse abiertamente con Chávez "porque lo que pretende la derecha chilena es presentarse de otra manera hacia América Latina, como una derecha civilizada", analizó Lara.
Quiere ser percibida como "una derecha que no tiene nada que ver con el golpe militar (de 1973 contra el presidente Salvador Allende), ni con militares en particular. Por lo tanto, una nueva derecha", dijo.
Para el catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Aldo Panfichi, la integración política regional se debilitará más debido a que cobrará fuerza el bloque de derecha con los regímenes económicos liberales de Chile, Perú y Colombia.
"Bachelet era una figura clave porque actuaba como interlocutora con el otro sector de Venezuela y Bolivia. Al ser Piñera más militante en pro del mercado y evidenciar su cercanía con Estados Unidos, las relaciones se volverán más complejas", anticipó Panfichi.
El experto consideró que "hay una disputa política sobre la idea de integración. ¿Qué significa?, ¿qué contenido le damos?".
Mientras para los países que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) --Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y otros cuatro países caribeños--, la integración es un proceso político y económico, el bloque de derecha habla de una integración económica, casi técnica.
La derecha promueve "menos aranceles, mayores facilidades para movimientos de capitales, inversiones en gas, energía, construcción de carreteras. Mientras más inversión exista, para ellos estamos más integrados", apuntó Panfichi.
Quizás la cancillería que más añore a Bachelet sea la de Bolivia, que reclama a Chile una salida al mar, en un conflicto que relegó sus relaciones a nivel consular desde 1978. Con Bachelet y su par Evo Morales, los dos países vivieron "el momento de mayor acercamiento en 30 años", dijo el ex canciller boliviano Armando Loaiza.
El ascenso de Piñera es el afianzamiento de "una pugna entre el polo que pretende liderar Venezuela, con la idea del socialismo del siglo XXI, frente a países con políticas liberales o socialdemócratas", a las cuales se alinean Colombia y Perú, dijo a IPS Loaiza, que dirigió la política exterior de Bolivia en 2005, el año anterior a que Morales fuera investido presidente.
El profesor de teoría política de la Universidad de Buenos Aires, Atilio Borón, cree que con Piñera "se va a seguir profundizando la tendencia que ya hemos visto en la derecha latinoamericana, que apoyó el golpe de Estado en Honduras".
"Con Piñera se constituye un polo derechista fuerte y dinámico", dijo a IPS.
En Brasil, muchos han considerado los comicios chilenos como una "lección" para el gobierno de Lula, en cuanto la transferencia de votos entre dirigentes de una misma coalición no es automática, como se creía, aunque las realidades políticas de los dos países son distintas, planteó el brasileño Vigevani.
Bachelet, que deja el gobierno con 80 por ciento de popularidad, no pudo entregarle la banda presidencial al candidato de su coalición, el ex mandatario Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000).
"En América Latina es evidente que el péndulo dejó de moverse con la misma velocidad e intensidad hacia la izquierda. Se abre más espacio para formas moderadas de política y de economía", dijo a IPS el catedrático de derecho internacional en la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, Adolfo Salgueiro.
"Si se considera que hay un eje La Habana-Caracas-La Paz, es probable que continúe, pero los acontecimientos seguramente le harán perder vigencia y para el futuro se avizora una visión más plural y menos ideologizada, tanto de la política como de la economía", acotó el analista venezolano.
Para el argentino Borón, el avance derechista "tiene relación con el fracaso del progresismo, y esto se ve no solo en Chile sino también en Argentina, en Brasil, donde la candidata del oficialismo no logra superar a su competidor en las encuestas, o en Uruguay, donde hizo falta una segunda vuelta para que se mantenga el oficialismo".
"Los gobiernos progresistas dejaron muchas asignaturas pendientes. Si se avanza seriamente en las reformas de fondo, como en Bolivia o Ecuador, que es lo que debería hacer todo gobierno progresista, ganarán por mayoría, pero si andan con titubeos, y con políticas de corte neoliberal, entonces el electorado prefiere el original y no la copia", concluyó. 



viernes, 12 de febrero de 2010

La pasividad de la ONU


Estuve leyendo y escuchando varios comentarios sobre el momento por el que está pasando Haití y les quería dejar algunas ideas al respecto.
Ni bien terminó el trágico terremoto, Estados Unidos desplegó dieciséis mil soldados en el aeropuerto con el supuesto objetivo de ayudar a controlar la situación. Las verdaderas intenciones de este mini ejercito se vieron rápidamente. Los marines, haciendo caso omiso de los reclamos internacionales, disponen de los alimentos, las medicinas y otros objetos que donan distintos países. Incluso deciden cómo y cuándo deben llegar los aviones de apoyo, al punto que una nave venezolana debió esperar tres días en República Dominicana por orden de los ocupantes de Haití.
Antonio Peredo Leigue considera que "la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha mantenido un silencio cómplice. La OEA sigue impávida. La muerte de 250 mil personas, una cantidad no precisada de heridos de diversa gravedad y más de 2 millones de damnificados no conmueven a las organizaciones internacionales que debieran estar allí desde el mismo momento en que ocurrió el terremoto. No olvidamos que, hace varios años, están los cascos azules de la ONU con la declarada intención de defender la democracia y mantener la paz. Se reconoce la ayuda que prestaron en estos días trágicos, reivindicándose de la imagen negativa que tenían ante el pueblo haitiano. Pero ahora, frente a los 16 mil efectivos de Estados Unidos, que tienen el propósito de hacerse dueños del país, nada pueden los cascos azules y nada quieren hacer la ONU y la OEA".
Es urgente definir cual es el papel que está cumpliendo Estados Unidos en el país centroamericano. Incluso Francia le hizo un reclamo a la ONU para que esto quede claro pero es difícil que vaya a definirse está situación debido al papel que juega Obama en dicha organización.
Bolivia está consciente de estos peligros. El presidente Evo Morales ha anunciado que pedirá una reunión urgente de la asamblea, donde la ONU discuta la ocupación de Estados Unidos y la condene. Como no hay mucha esperanza en que esto suceda, se reunió en Quito UNASUR. Allí, Álvaro García, vicepresidente boliviano, declaró oficialmente: “temo que Haití, de no haber un rechazo rápido por parte del Continente, se convierta en otra base norteamericana”. Añadamos que sería una base asentada sobre miles y miles de cadáveres. Eso, como se demuestra a diario, no tiene importancia para la Casa Blanca ni el Pentágono. Que lo digan iraquíes y afganos, que lo recuerden panameños y granadinos, que reavivan sus heridas dominicanos y nicaragüenses; ni un solo país de Nuestra América, ni uno solo, quedó libre de ese brazo interventor.



miércoles, 10 de febrero de 2010

Los planes en Yemen

Para poder salir de la limitada agenda que ofrecen las grandes cadenas de medios hay que empezar a interiorizarse en los medios alternativos. Uno de ellos es Rebelion.org. Este sitio web con publicaciones diarias ofrece una mirada diferente a los acontecimientos cotidianos a nivel global.
Me pareció que valía la pena compartir uno de sus últimos artículos con ustedes. El profesor de economía Michel Chossudovsky analiza los planes de Estados Unidos para Yemen.
http://www.rebelion.org/noticias/mundo/2010/2/yemen-y-la-militarizacion-de-las-vias-maritimas-estrategicas-100218
Tómense unos minutos para leerlo que realmente vale la pena.
Saludos

El Top 40 de Hollywood

Siguiendo con las boludeces que aparecen en la red ahora dí a parar con otra cosa. La revista Vanity Fair sacó una listado de las 40 "celebridades" de Hollywood que tuvieron más ingresos en el 2009. Léanlo que se van a llevar algunas sorpresas.
http://www.vanityfair.com/hollywood/features/2010/03/top-hollywood-earners-201003
Saludos!

lunes, 8 de febrero de 2010

El Dorodango

Mientras hacia un repaso por algunos blogs y paginas varias me encontré con algo que me pareció de lo más curioso: un nuevo juego japones. Les dejo la explicación de Wikipedia sobre el y un video.
"El Dorodango es un juego japonés en el que los participantes tratan de transformar una bola de barro en una bola lo más brillante y pulida posible, usando únicamente sus manos y agua. Los jugadores más expertos logran realizar bolas increíblemente esféricas y pulidas, que se asemejan a canicas o bolas de billar."
http://www.youtube.com/watch?v=DWbU8qVAXu0&feature=player_embedded


Saludos a todos

domingo, 7 de febrero de 2010

La situación de Haiti

Como muchos de ustedes saben Haiti está pasando por uno de los momentos más difíciles de su historia. Además de los trágicos terremotos y la crisis generada como consecuencia de el, se le sumo en los últimos días el robo de bebes por parte de ciudadanos norteamericanos. Pagina 12 informó sobre el ingreso de una organización católica al país que intentó escapar con 33 niños sin ningún tipo de autorización.
En base a esto, les quiero dejar un artículo que creo que sirve para reflexionar un poco y contextualizar la situación. Eduardo Galeano publicó el 26 de julio de 1996 una nota en el semanario uruguayo Brecha contando un poco los orígenes de este golpeado país. Léanlo y después me cuentan que les pareció.


 Los pecados de Haití

"La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.

El voto y el veto

Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder. Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica

A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos. Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema: Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede.

Y se rió. Los diputados callaron... Esa noche, uno de ellos, Wilfried Wolf, consultó las cifras. Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado.

En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado…. de artistas.

En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente. Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro.

La tradición racista

Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934.. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene “una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización”. Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: “Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses”.

Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava. En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: “El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima. Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro”.

En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral. Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl Von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: “Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas”. Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro “puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras”.

La humillación imperdonable

En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas. Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.

La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo. La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía.

El delito de la dignidad

Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene. Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.

La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental."

Para los que les interese ahondar más en el tema es de lectura obligatoria el libro "Las venas abiertas de América Latina" de Galeano. Además, es recomendable la lectura de Brecha. El diario sale todos los viernes. En Buenos Aires se puede conseguir en varios kioskos de diarios del centro.
Abrazo a todos

viernes, 5 de febrero de 2010

Iraq: mentiras y ocultamientos

Se me ocurrió que la segunda publicación podía ser sobre algo que pruebe un poco lo que dije en el posteo anterior.
Este mes estuve disfrutando un libro que realmente se los quiero recomendar. Pascual Serrano es un periodista español y tiene en su haber varias publicaciones. La que yo estuve leyendo se llama "Desinformación: como los medios ocultan el mundo". Lo pueden conseguir en la librería La Crujía del centro porteño. El reportero hace un análisis de varios hechos globales y muestra una cara diferente de ellos.
Voy a compartir con ustedes un párrafo que me pareció muy interesante: "El 13 de julio de 2005 un centenar de personas, de ellas 32 niños, morían en un atentado en la localidad iraquí de Mussayeb. Las informaciones se limitaban a explicar que se trataba de un atentado suicida de la insurgencia con un camión cisterna. Pocos medios se molestaron en informar de que todos los grupos insurgentes emitieron un comunicado conjunto a las pocas horas declarando que ese atentado no fue ejecutado ni planificado por ninguno de ellos. Al Qaeda también emitió su propio comunicado negando su implicación. Un servicio de noticias iraquí llevó a cabo una investigación independiente sobre esa explosión. En ella revelaron que, según declararon testigos presenciales, las fuerzas estadounidenses acordonaron la calle con le pretexto de que un vehículo aparcado estaba preparado para estallar. Posteriormente los soldados estadounidenses comenzaron a repartir caramelos y mochilas escolares para atraer a los niños. Al poco tiempo, niños procedentes de calles adyacentes acudieron al lugar tras oír que se estaban repartiendo caramelos y mochilas. Pasados unos quince minutos desde que las tropas estadounidenses entraron en la calle, los soldados arrojaron el resto de los juguetes y caramelos formando una pila en la mitad de la calle y salieron disparados conduciendo a toda velocidad. En su precipitación, golpearon a 4 niños con su vehículo. Segundos después el vehículo explotó matando a 32 menores que se hallaban agrupados en la calle e hiriendo a cerca de 10 más. Los residentes informaron también de que, contrariamente a lo que declaró el ejercito ocupante, la explosión no mató ni hirió a ningún soldado estadounidense, ya que sus tropas habían abandonado precipitadamente la calle justo antes de que se produjera la explosión".

jueves, 4 de febrero de 2010

Empezando un nuevo ciclo

Me parecio importante tener un blog donde pueda escribir y postear sobre cosas que cotidianamente no se les dan espacio en los medios tradicionales, pero merecen su lugar. Los intereses detras de los grandes medios de comunicación hacen que las noticias siempre sean publicadas con algun sesgo. Si bien la objetividad es algo imposible, esta bueno tener cierta neutralidad al momento de informar y que la opinión pública pueda emitir su propio juicio de valor sobre lo que esta viendo, leyendo o escuchando. Les ofresco un lugar donde van a encontrar algo diferente. Noticias completas y con contexto, hechos significantes y mucho más. Un espacio para compartir entre todos y poder empezar a crear un poco de conciencia sobre el bardo en el que vivimos.
Saludos y los comentarios son bienvenidos